-Tranquilo, como tu dices un mes se pasa rápido.
-Ya, pero no es lo mismo si tu no estas a mi lado.
-Si lo será, tampoco llevo tanto tiempo contigo para que te pongas de esa manera.
-Aunque llevo contigo poco tiempo, a sido lo suficiente para darme cuenta que sin ti no puedo estar, sin esa manera con la que me haces reír...
No dije nada, quería que se quedase ahi la conversación. Salí de la piscina y fui con Kian.
-Nicole, no esta bien. - me dijo preocupado-
-Lo sé, se lo noto, le pasa algo aparte de lo de irse.
-No sé que será, hablaré con él de todos modos.
-Vale.
Kian se fue y yo me quedé en la tumbona escuchando música, ya que era lo único que sabía hacer bien. Cuando ya me aburría decidí subir arriba y quedarme en la habitación lo que quedaba de día, solo bajaría para despedirme de Sam.
Las horas pasaban y yo me aburría más y más, llegó la hora de bajar y despedirme de Sam. Estaba mal, no quería que se fuera de mi lado, ese mes sin él iba a ser como cuando llueve en verano. Mientras bajaba un lagrima brotaba de mis ojos, otra y otra, ya no podía parar de llorar, cuando llegué al vestíbulo me seque las lagrimas como pude, saqué mi sonrisa más bella y fui corriendo hacia Sam. Le abracé con todas las fuerzas que tenía, le miré a los ojos, estaba llorando, yo también, le besé, me acerque a su oído y le susurré:
Te quiero.